domingo, 23 de mayo de 2010

Mujer...cuida tu corazón.


Las mujeres representan más del 50% de la población mundial y han pasado de sufrir enfermedades ligadas a la reproducción a recibir el impacto de las enfermedades cardiovasculares, no solo el infarto o la angina sino también de la enfermedad de otras arterias como las cerebrales, ó la de las piernas ó la aorta.


Las principales sociedades científicas y fundaciones mundiales han concordado en la necesidad de avisar a las mujeres de toda edad que estas enfermedades "no es cosa de viejas" ni que tampoco es bueno "morirse del corazón" porque es rápido y sin penurias.


No siempre esto ocurre así, las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte y también de discapacidad y muchos de los factores de riesgo que conllevan a su desarrollo son silentes por muchos años.


Generalmente su accionar comienza en edades jóvenes, aún en el período fértil.
A veces el aumento de peso exagerado durante el embarazo y la no-vuelta a la normalidad en el post parto puede llevar a la obesidad.


La persistencia de esta alteración en la edad adulta suele asociarse a presión elevada (hipertensión), o al aumento del colesterol ó a la diabetes.


El uso de tabaco tiene un significativo riesgo en las mujeres, pero más si se acompaña del uso de anticonceptivos orales, amén de los daños que el tabaco produce sobre el bebe desde la etapa intra útero y el humo ambiental en el resto de la infancia conviviendo con padres fumadores.

El período de preconcepción y embarazo son momentos óptimos para comenzar a modificar los hábitos de vida e incorporar consignas de prevención. Esto no significa que deban vivir sin probar una porción de dulce. Pocas son las cosas identificadas como perjudiciales cuando se consumen habitualmente y muchas las que se pueden hacer con poco esfuerzo para mantener la salud arterial.

Principalmente seis son las condiciones que debemos vigilar para evitar su aparición o cambiar si ya nos acompañan:


1. Fumar: no hay un número de cigarrillos "inofensivos" cualquiera sea el número de cigarrillos consumidos el fumar es nocivo para la salud.


2. La presión arterial elevada: El valor óptimo es 120/80 mm Hg Si se registra en más de dos oportunidades valores mayores a 139/89 mm Hg. se debe consultar al médico.


3. El colesterol elevado, especialmente cuando el "malo o LDL" está elevado. Los valores ideales de LDL son: menos de 130 mg/dL en las sanas y menos de 100 mg/dL en las que ya padecieron un evento cardiovascular o presentan diabetes. Además el colesterol "bueno" o HDL debería ser mayor de 50 mg/dL.


4. La Inactividad física: Es aconsejable realizar al menos 30 minutos por día de algún tipo de actividad física como caminar a paso vivo, nadar, andar en bicicleta, etc, la mayor cantidad de días por semana posibles.


5. El sobrepeso y la obesidad, :El índice de masa corporal (IMC= Peso / altura²) ideal es menos de 25 y el perímetro de cintura menor a 88 centímetros.


6. Padecer diabetes: Cuando se registran valores de glcemia en ayunas superiores a 126 mg/dL en dos oportunidades se habla de diabetes. Hoy se conoce que ya valores entre 110 y 125 mg/dL deben ser consultados con el médico y en muchos casos requieren ajustes en la alimentación o tratamientos. Cuando se padece diabetes se debe controlar los otros factores de riesgo acompañantes en forma enérgica.


Antes o por lo menos desde los 20 años de edad todas las mujeres deberían tener chequeados estos factores de riesgo mencionados. Pero luego de los 40 años deberían conocer su riesgo cardiovascular, porque una vez que se conoce el riesgo, la buena noticia es que se pueden tomar acciones para reducir el riesgo de padecer, aun en la edad adulta, alguna de estas enfermedades.


Las buenas consignas para conservar la salud cardiovascular son simples y muy pocas:


• No Fume ni permanezca en ambientes con fumadores
• Sea activa, camine y muévase lo más posible en sus actividades diarias, aun las tareas hogareñas y la jardinería son beneficiosas. Siempre hay una dosis de actividad que se puede hacer aunque haya impedimentos articulares.
• Coma balanceadamente e integre en sus comidas diarias porciones de frutas, vegetales, granos, fibras, carnes desgrasadas, pescados, y lácteos descremados y con poca sal.
• El control debe estar en las porciones y en la cantidad de calorías que contiene los alimentos. Tenga siempre a mano "algo" de bajas calorías para comer en los intervalos entre comidas.


Fuente: Fundación Cardiológica de Argentina
Comentario Personal: No nos sentemos a que pasen los años y esperar que aparezcan las enfermedades cardiovasculares para tomar conciencia y cambiar nuestros estilos de vida, muchas veces por obligación , más bien aprendamos a autocuidarnos, a controlar el estrés y disfrutar de las actividades fìsicas al aire libre y de los placeres de la vida pero con moderación.

domingo, 11 de abril de 2010

Influencia de la Salud Integral en el Diario Vivir


Según la OMS, la salud es un estado de bienestar físico, mental y social. Desde mucho tiempo atrás se ha reconocido claramente las influencias que sobre la salud tiene una alimentación sana y suficiente, así como los efectos perniciosos que una dieta incorrecta y deficiente tiene sobre todos los aspectos que encierra la anterior definición. Una alimentación apropiada condiciona en buena medida el logro de un estado de salud satisfactorio.

Comer no es lo mismo que nutrirse. La nutrición saludable mantiene en el organismo el equilibrio óptimo de los elementos internos, por ello es esencial para mantener un estado de equilibrio y de salud en el mismo.


Hoy una alimentación sana exige volver a los alimentos en su estado natural, respecto a la gran manipulación de la industria agroalimentaria.

La ciencia demuestra que la alimentación más saludable es la que se parece más a la de nuestros abuelos, basada en los alimentos que se cultivaban en el lugar donde vivían y muy poco manipulados.

Cuanto más cerca esta un alimento de su estado natural más beneficioso resulta para la salud.

Está demostrado que una dieta cuidada y equilibrada puede prevenir y controlar muchas enfermedades , a que tengamos una mayor productividad y lograr una mejor calidad de vida .. Ya lo dijo Hipócrates hace más de 2000 años; "Dejad que los alimentos se conviertan en vuestra medicina y la medicina en vuestros alimentos".

El desarrollo de la sociedad hacia ritmos de vida más dinámicos, que involucran una serie de actividades que saturan al ser humano, así como los medios de comunicación, la cultura y la propia personalidad nos ha llevado a nuevas formas de alimentación y a desatender nuestra salud de muchas maneras. Nos hemos vuelto más sedentarios y en muchas ocasiones descuidamos nuestra alimentación al comer alimentos pobres en nutrientes, altos en grasa y azúcares. De igual manera por falta de tiempo nos inclinamos por las comidas fueras de casa o alimentos cada vez más procesados, congelados , fáciles de preparar y con alto contenido de aditivos los cuales en exceso pueden llevan a un deterioro de nuestra salud y a la aparición de enfermedades crónicas no sólo en edades avanzadas sino desde muy jóvenes, también este descuido en nuestras salud nos ha llevado a un aumento de peso cada vez mayor; el cual obedece en gran medida a nuestra selección de alimentos y sedentarismo.

Otros factores que influyen en la elección de los alimentos están los ocasionados por limitaciones económicas, de disponibilidad, lo prejuicios alimentarios, conceptos erróneos arraigados o por sólo guiarnos exclusivamente por el placer de las papilas gustativas para determinar la clase y cantidad de los alimentos que van a constituir nuestra dieta.

Otros factores nocivos por establecer normas erróneas de alimentación son la charlatanería seudocientífica, dietas exóticas y regímenes desequilibrantes que aparecen y acaban por sorprender y confundir al hombre común al asegurarle efectos maravillosos no sólo sobre la esbeltez sino también en el vigor y la longevidad.


Por lo que la mejor manera de conservar la salud y nuestro peso corporal es cambiar nuestras estilos de vida actuales por unos más saludables y sobretodo mantener estos cambio a los largo de nuestra vida. Requiere de un esfuerzo propio y día con día, y ese esfuerzo por nuestro bienestar vale la pena.


Los hábitos alimentarios de una población constituyen un factor decisivo en su nivel de salud. Unos hábitos alimentarios inadecuados por exceso o por deficiencia se relacionan directa o indirectamente con enfermedades de alta prevalencia y mortalidad.



Esta relación entre la dieta y la salud pública debe enmarcarse en el contexto actual de promoción de la salud, que traslada la responsabilidad sobre la propia salud a los ciudadanos, sin dejarla exclusivamente en manos de los profesionales de la salud.

Una persona puede convertirse por si mismo y con la ayuda de otros en su propio agente de autocuidado, por lo tanto es fundamental las actividades referidas a la promoción y el fomento de la salud, la modificación de estilos de vida perjudiciales para la misma, la disminución de factores de riesgo, la prevención especifica de enfermedades, y el mantenimiento de la misma.

Es aquí donde los equipos e salud adquieren un rol importantísimo , al transmitir a la población hábitos y costumbres de autocuidado, tanto individuales como familiares y comunitarios, o sea, el énfasis de nuestra atención debe estar enfocado en la promoción y prevención, mas que centrarnos en la enfermedad, esto permitirá que los estilos y ambientes saludables se multipliquen.


Entre las prácticas para el autocuidado se encuentran: alimentación adecuada a las necesidades y constituye una de las mejores vías de promoción de la salud y del bienestar físico y emocional.

En relación a la alimentación, nuestro país ha modificado en gran manera su dieta, aumentando el consumo calórico, apareciendo la obesidad como el gran problema nutricional y que la persona con este sobrepeso, muchas veces solo manifiesta una preocupación estética.

Frente a este análisis considero que una estrategia de promoción en salud sería que nosotros realcemos acciones de orientación de autocuidado para grupos desde muy temprana edad.

PLAN DE ACTUACIÓN

Además de una alimentación correcta y equilibrada, la lucha contra el sedentarismo y el impulso de estilos de vida que incluyan una dedicación al ejercicio físico son la mejor manera de mantener niveles adecuados de salud en las distintas etapas de la vida.

Para que la nutrición nos lleve a un estado óptimo de salud debemos actuar sobre:
Educación para la salud.

Pilar fundamental de la prevención y recuperación de la salud.
Partimos de la base que la nutrición es un acto voluntario, elegido, por ello creo que la educación, la comprensión de conocimientos, la explicación de las razones son esenciales para la motivación e integración de los cambio de hábitos y estilo de vida.

Nuestro trabajo como profesionales, es capacitar a las personas mediante una educación para la salud a que ellas tomen la responsabilidad acerca de su salud y tengan los recursos: conocimientos y habilidades para elegir una alimentación saludable.